Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2013

Otro #microcuento.

Quizá sea un poco tarde para darme cuenta de eso de que Papá Noel y los Reyes Magos no existen. No sé, siempre he sido más de creer en algo aún cuando era evidente que me estaba dando con la realidad en las narices. Y era un dolor bonito, hasta que la realidad lo hace un poco triste. La Navidad siempre me ha venido grande tío, me sentía pequeño entre tantos regalos, tanta gente y tanto cariño y afecto. Pero yo me tenía que hacer mayor. Ahora entiendo por qué Peter Pan no quería crecer. Porque todo esto nace, vive, viene y va. Y es jodido. Desde hace un tiempo soy el chico triste de twitter, se meten conmigo porque soy un amargado y un gilipollas. Pero yo no sé que es peor, si abrir los ojos y esperar llevarte la ostia o seguir cegado hasta que la ostia pueda contigo. Y ahora llega navidades y lo entiendo perfectamente todo, y mis lágrimas también lo entienden. Porque ya nadie pierde su tiempo en mandarme siquiera un difundio por whatsapp deseándome Feliz Navidad, cuando todos los añ

El primer día del resto de mi vida.

Dicen que si sientes miedo lo estás haciendo bien. Y, nunca he creído en la magia, pero de repente me tenías intentando detener el tiempo cada vez que estábamos juntos. Siempre he pensado que algún día dejaríamos de buscar respuestas porque encontraríamos a alguien que hará que dejemos de hacernos preguntas. Y que el amor es querer enamorarte cada día, como un alquiler de latidos en el que siempre acabo siendo yo la culpa de tus sentimientos. Y al instante el insomnio se convierte en dormir sin ti, porque dormir contigo es tener sueños, y no querer dormir.

No decir nunca que vas a quedarte siempre.

A nosotros los hijos de puta también nos gusta despertarnos de vez en cuando con unos 'buenos días' en condiciones. Si, ya sabes, no de esos que se dan por compromiso. Y el compromiso, vamos. ¿Dónde se ha quedado eso de 'si quieres algo, búscalo y ve por ello'? En serio, no soporto este mundo y su jodida manera de jugar a hacernos daño. Y lo fácil que serían las cosas si tal vez nos quisiéramos un poco más y pisáramos nuestro orgullo hasta enterrarlo. Cuántas veces nos quedamos a las puertas de algo esperando a que vengan a recogernos, acompañarnos para no caminar sólos, joder. Esperar duele, y si ambos esperamos no nos vamos a encontrar nunca. Nunca llegaríamos, y estaríamos sólos toda nuestra vida. Y mañana volveremos a quejarnos de lo sólos que estamos, pero seguiremos sin hacer nada para no estarlo. Quizá debamos dejar de esperar y empezar a buscar, o yo que sé.  De tanto perder, he llegado a perderme a mí mismo. Y si no me encuentro yo, cómo coño váis a hacerlo vos

Vuelvo a no saber bien de lo que hablo.

Las palabras regresan para reirse de mi en mi cara. Como el alcohol no ha sido lo suficientemente apisonador, vuelve a buscarme la resaca y me habla de ella. De sus ojos, de su sonrisa. Dice que me quiere, debería estar feliz. Si a veces estamos tristes y lo disimulamos de puta madre, la alegria también se puede disimular. Y qué bien se nos da mentir. ¿Yo sin ti? ¿Cuándo? Joder, no ves que no puedo vivir sin ti. Que hasta los días se vuelven más oscuros y el Sol casi no se atreve a salir ya. Si más te quiero, más te alejas. La de veces que intenté parar el mundo, y tú no te diste ni cuenta. Vamos, este tiempo ahora es nuestro, vamos a odiarnos un poco y a hacer el amor más, total si esto sólo es un juego. O cuento, historia, que mal suena. Historia no, futuro. Si, futuro. En primera persona del plural, siempre. Querernos, follarnos, no fallarnos. Oye, te amo.

'Quiero ser como tú, que me traten como a ti.'

¿Sabes quién es mi ídolo? Mi ídolo soy yo. Cada día soñamos con ser quien no somos. Subimos y bajamos, bajamos y subimos. Escalamos peldaños para ver quien es mejor. Pero esa no es mi lucha, no señor. Yo no quiero ser Dios, sólo que lean mis rotos pero que no piensen en mí. Mírame y trata de entender que debajo de mi piel también hay miedos. Que he caído más de lo que te crees, y que puede que a lo mejor no seamos tan distintos. Me alejo del mundo de tal forma que algunos piensan que me he quedado a vivir en otra galaxia. Pero yo puedo ser tú, y tú puedes ser yo. No hay tanta distancia como la que creamos nosotros mismos. Y yo, yo tengo una vida, una familia y una chica a la que amo. No soy millonario, vivo en el barrio en el que me crié. Yo también tengo malas rachas, no todo va bien siempre. También me duele que me insulten, pero hay que ser fuerte. Y sí, a mí también me han roto el corazón, por eso me entiendes, por eso te entiendo. Estamos en la misma situación. Tía, no somos perf

«Sin ti, yo no.»

Yo creía que las segundas oportunidades caían del cielo. Y por cada día que pasaba un sentimiento más moría en el mundo. Alguien se quedaba sólo, y otro encontraba a alguien. Y yo, pues estaba vacío. Es más, me he llegado a sentir tan vacío que quería sentir algo aunque no fuese de verdad y no. Las cosas no marchan así. A veces creemos que cuando alguien viene es para quedarse, para entrar a toda hostia en tu vida. Y lo que pasa es que te pilla sin el cinturón de seguridad. La salida de emergencia de tu vida se estanca, y ya no sabes qué hacer. ¿Aceleras hasta estrellarte. O te paras a pensar como un imbécil y rompes miles de pensamientos que podrían llegar a ser mucho más de lo que tú te crées que son? Sinceramente ya me suda la polla, porque cuando estoy contigo, como si arde Troya. Esto es lo que yo quería. Con lo fácil que es querer y lo mucho que nos complicamos. No es por nada, pero, te echo de menos. Quiero volver a perderme en tus ojos, aunque no me vuelva a encontrar a mi mism

Recuerdo que.

Recuerdo que un día la llevé a ver un atardecer. No era el atardecer más bonito del mundo, pero tampoco importaba. Recuerdo que allí, a su lado, sin prestarle atención a nada que no fuese suyo, odié no poder detener el tiempo. Odié que el contacto no fuera excesivo, que no hubiera suficiente ración de besos. Si existe un límite en todo, os aseguro que no había ninguno en las ganas que le tenía. Que yo aprendí a desvestirla sin tocarla. Que aprendí a fotografiarla con palabras, con poemas que yo nunca me había atrevido a escribir. Que aprendí a besarla sin rozar sus labios. Aprendí, y qué bonito, a echarla de menos aún cuando estaba. A morir un poco cuando se iba, al escuchar ese 'adiós' que sonaba como un disparo. Que yo por ella dejé de perder todos los trenes.

Digámoslo.

Digamos que ahora mismo me daría igual reir por todo que ponerme a llorar por nada. Y que nada me hace ilusión y todo me da igual, que esto es una mierda si no está. Cuando a veces solemos olvidar lo que nos da la gana en vez de lo que nos hace falta. Porque somos un poco masocas y nos quedamos con la parte negativa. Y cómo explicártelo.. es como si te quisiera a mi lado pero tuviera ganas de correr hacía otro sitio. Y siempre he sido más de quedarme queriendo irme, que de irme queriendo quedarme. Y llegas a ese punto en el que no lloras y eres capaz de sudar la puta tristeza. Porque tú ya no lloras, ni duermes por las noches pensando en si mañana abrirás los ojos y estará todo tal y como lo dejaste la noche anterior. Supongo que esto es como todo, unos vienen y otros van.. pero tú te quedas, siempre te quedas sin querer quedarte. Estás pero no estás, no se si me explico. Los mejores momentos se agarran de la cintura, y en esa curva me maté yo, por estar pendiente a la amortización de

Tanto y a la vez tan poco.

De tanto cabrearme la cabeza por querer escribir algo alucinante estoy aquí de nuevo, con ganas de soltarte miles de cosas, pero sin saber qué decir. Podría decirte que te quiero y pedirte que te escaparas conmigo hasta el fin del mundo. Pero y qué si no soy de los que escogen el camino fácil. Yo soy más de callarme todo lo que el alma me pide que suelte a toda hostia hasta que un día reviente y rompa a llorar. Voy a ser tan gilipollas que dejaré que te pires con otro sin haberte hecho saber lo que siento por ti. Sin haberte dicho que estás preciosa cuando sonríes. Lo graciosa que estás cuando pareces que vas a estornudar pero al final no. De verdad, quién en su sano juicio no perdería la cabeza por tí. Al final de todo esto siempre termino odiándome. Por mucho que intento sobrevivir conmigo mismo me acojona la idea de no tener una sonrisa amortizada esperándome al salir de las clases, al final y al principio del día. Prometo acompañarte a casa cada noche, y prometo no prometerte que e

No tardes mucho. En irte, o en volver.

Supongo que en esta vida siempre, siempre, tienen que ver cómo te largas para que empiecen a correr detrás de ti. Y, ¿a quién no le gusta eso? A mí siempre me ha gustado eso de decir "me voy" y que me contesten con un "quédate un ratito más". Eso de que tengan ganas de verme, ¿qué se siente? ¿Cómo te sientes cuando alguien desea con todas sus ganas tenerte a su lado? Porque yo he sentido cómo necesitar a alguien hasta el punto de romperme por dentro. Y, ¿sabéis que es lo peor? Que hay cosas que nunca vas a olvidar. No importa lo mucho que lo intentes, lo mucho que corras detrás de unas cuantas guarras para quitarte el mal sabor de boca. El beso no es el mismo, los lunares y las cicatrices, todo ha desaparecido. O han cambiado de sitio, el caso es que ya no son lo que eran. Y dime, ¿te besa mejor que yo? No sé, pregunto.. Ojalá dieras en mi cama las mismas vueltas que das en mi cabeza, ojalá. Duele que sonrías y no sea por mí. Me dan ganas de alejarme de todo. Cada

Nuestra canción ya no quiere sonar.

Hay miles de motivos por los que a veces nos sentimos aislados del mundo. A mí me gusta hacer sonar algo de música, no sé, que suene más fuerte que todas las voces de este planeta. Es una forma de evadirte de esta pesadilla. Digo pesadilla porque vivimos en un sueño. Nuestra vida, tío, todo es un puto mundo irreal en el que sólo vemos lo que queremos ver y no miramos más allá de las murallas infinitas. Cuando el Sol se pone, miles de sonrisas se van con él. Tu sales de fiesta y no lo notas, pero joder, que también hay gente en hospitales, en casa, solos. O mucho peor, acompañados pero que siguen sintiendo que están sólos. Y cuando una canción deja de sonar, es como si fuera tu vida, son lapsus de pequeñas imperfecciones que hacen al mundo menos malo. Te dan un breve respiro. Pero entre canción y canción, hay un mundo de diferencia. Unas mejores que otras, que te llegan más y te sientes más tú. Sabéis, pero cuando una canción no quiere sonar... mejor no forzarla, que al final acabas par

Martes 13.

Cuantas veces hemos dejado a medias algo porque sabíamos que no acabaría como quisiéramos que acabara. La de veces que hemos cerrado los ojos, solamente para inventar un mundo totalmente diferente al que vemos ahí fuera. Cuantas veces hemos subido el volumen de la música. Quizá sea que no nos damos cuenta de las cosas, o que no queremos darnos cuenta. No sé. Hay quienes dicen que para ser felices, basta con comer cinco piezas de fruta al día. Otros, que no se puede ser feliz sin tener un poco de tristeza en el cuerpo. Aunque suene demasiado irónico. Hay veces en las que te levantas con el pie derecho, y pierdes el equilibrio por falta de costumbre. La maldita costumbre de que te algo te falle, o te falte. Algo por lo que te sentirías mas completo y feliz si lo tuvieras contigo cuando te apetezca. Aunque quizá deberíamos entender que todos somos alguien, no algo. Las cosas hay que pensarlas no dos veces, sino trescientas mil antes de decirlas, porque si alguien se fue, puede ser porqu

Dos, son pocos.

Por todas esas veces que hemos querido decir algo y nos lo hemos tragado. Por esas veces que el corazón ha triunfado en esa guerra fría contra el orgullo. Es como tener frío y no abrigarte. Como saber que te vas a estrellar, y te niegas a frenar, te niegas a detenerte. Hay miedo, miedo al fracaso, al qué dirán. Las cosas se pueden torcer y no sabes hasta qué punto puedes meter la pata. Es cuando lo haces, cuando dices que has metido la pata hasta el fondo. Entonces te das cuenta, que al tocar fondo, ahí abajo sigue habiendo mierda. La peste se acumula hasta que se expande. Llenas tanto el frasco, que acaba explotando. Para que la próxima vez no cometas el mismo error, usa un frasco más grande. Para que todo se acumule sin miedo. El miedo a estallar, a decir cómo te sientes. Estás mal, ese último cigarrillo te ha dejado un mal sabor de boca. Te das asco a ti mismo. Que los cigarros saben mejor cuando te los fumas a medias. Entonces razonamos, ponemos en modo "play" nuestro cer

Ser para alguien sólo cuando a ese alguien le apetece ser para ti.

Supongo que así son las cosas fáciles y sin complicaciones: que te encantan y justo antes de llegar a ese punto de aborrecerte cogen, y desaparecen. Hace mucho tiempo que esperaba vivir algo así para ver cómo se sentía ser para alguien sólo cuando a ese alguien le apetece ser para ti . Pero nunca sospeché que me acabaría gustando este estilo de vida. O de no-vida. O de qué coño se yo.. La única verdad absoluta que defendería a muerte ante el mismísimo Descartes es la de que estar solo es un poco más fácil cuando alguien viene a compartir su soledad contigo , aunque el secreto del éxito de una conexión así reside en que los integrantes sólo se pueden rozar con el dedo corazón. Y eso ya nos complica la aventura.

Me flipa que me desordenes.

Siempre he pensado que salir corriendo es más de valientes que de cobardes. Siempre he sido más de quedarme queriendo escapar, que de escapar queriendo quedarme. Claro está, que salga corriendo hacia donde estás tú, y que escapar signifique que alguien te abrace lo más fuerte que pueda. También sé que las cosas se arreglan hasta que se rompen definitivamente, y que sólamente nos volvemos frágiles cuando esa persona es capaz de rompernos sin tocarnos. De acabar con nosotros. Bueno, qué mas da si tus abrazos lo arreglan todo, ayudan a escapar. Y tú realmente aprendes a valorar esos abrazos, cuando te toca darlos de fin en fin de semana. Porque no la ves. Porque no la sientes. Te tiras como una puta esperando a la felicidad a la vuelta de cada esquina. Cuando crees que la felicidad no existe, hasta que llega ese alguien y te demuestra que eso es mentira. Que se puede ser feliz. Que no siempre al tocar fondo sigue habiendo mierda. Un vaivén de contrastes que se cruzan y se interponen cada

Y otra vez.

-Ey, oye. -Hola nene, ¿qué ocurre? ¿Por qué tiemblas? -No sé, no me salen las palabras, a lo mejor es que he venido a hablar de amor. -¿Qué quieres decir? -Vengo a esto, joder. A hablarte de nosotros. De lo que fuimos. No sé quién mintió más, si yo diciendo que te había olvidado o tú diciendo que me querías. Lo que sí se es que solo quedan cenizas, que te lanzaste al vacío por mi, y luego te piraste y saliste huyendo. Chica, cada vez que te alejas, me duele. -Has sido el chico de mis sueños siempre. Lo que pasa es que necesitaba pensar, unos días de libertad. Me acojonaba la idea de que no pudiera vivir sin ti. A veces las cosas son más difíciles de lo que parecen. ¿Sabes? Cada vez que oía a un tío reirse, te me venías a la cabeza. Y tu nombre, ¿quién no me ha escuchado cagarme en mi puta vida mil veces cuando lo oía? Que si, que quizás seas tú el ejemplo de que el amor duele. -¿Te duele? Qué te va a doler, si no sabes lo que es estar sin ti. Echar de menos a alguien tan importan

Si tiras la toalla, que sea para bañaros juntos.

Otro día más, o otro menos, qué mas da ya. Entras en la ducha, buscando un rato que intente salvarte de la rutina. Te pones tu música y, ¿te pones a cantar? Si, eso. Sin importarte lo que está fuera escuchándote, o lo que por mucho que grites, no te escucha. Vamos, abres el grifo del agua y te quedas aislado en una esquina, para que el agua fría que sale al principio no te toque. Poco a poco va cogiendo temperatura y claro, das un paso al frente y.. si, ese es el momento que buscabas. Agua caliente, bajo la que te desahogas gritando la canción de tu vida, vuestra canción. Miles de momentos pasan en esos instantes por tu mente. Miles de recuerdos amontonados uno encima del otro, no te deja tiempo para pensar en otra cosa. Es ella, ella y ella. Y, ¿cómo no iba a serlo? Si es la única persona por la que partirías todos los putos relojes del puto universo, no quieres escuchar un Tic Tac, por no querer no quieres ni que te de el aire en los labios, y se lleve el sabor de los suyos. Y besa b

La envidia señor Mundo, que es muy hija de puta.

Tengo la peor memoria del mundo. Pero esa noche era sábado, y ella llevaba la sonrisa más bonita de todo el parque. Sabes cuál es mi punto débil, ¿eh? Su puta sonrisa. ¿Y quién no se muere por ella? Por tenerla a menos veinte centímetros de mi boca. Quién me iba a decir a mi que la cosa más bonita del mundo sería tan estremecedora. De verdad Señor Mundo, lo tuyo se pasa de castaño a oscuro. ¿Por qué eres tan cabrón? Déjame ser feliz junto a sus labios, que es el único sitio donde me siento seguro, joder. Que por ella mato monstruos. Vamos no me jodas. ¿No te gusta verla así? Mírala, pero si es preciosa. A veces tu punto débil, también se puede convertir en tu punto fuerte. ¿Sabes? Su sonrisa duele si me la quitas, pero cuando la tengo, me crezco de tal manera que me hago inmortal. Me podría pasar mi puta vida describiendo lo perfecta que es su jodida sonrisa. Y no me vengas con estas, déjame hacer historia con ella. No te metas en nuestra vida tío. Hay miles de millones de personas

Este es mi contrato. ¿Lo aceptas?

Permanencia: toda la vida. Condiciones: estar en las buenas y en las malas y apoyarnos el uno en el otro. Me comprometo a estar siempre contigo, a hacerte feliz, a quererte más que a nadie, a darlo todo por ti, a demostrarte que te quiero, a apoyarte en todo, a hacer de todo contigo y a amarte por siempre.                                 -¿Donde firmo? -En mi corazón.

Similitud, y esas cosas.

¿Nunca os pasa como cuando váis en coche, de repente empieza a llover y mirando a la ventana os parece como si estuviérais en una escena de alguna que otra película? A mí me pasa constantemente. Te quedas mirando las carreras que hacen esas gotas de agua al caer sobre el cristal de la puerta. La sensación que dan esas simples gotas, sólo tienes que mirarlas fijamente. Cuando se juntan unas con otras, se hacen más fuertes, más grandes. Entonces eso hace que el viento la mueva más despacio, sobreviviendo así al borde de la ventana que evita que muera allí, así sin más. La de cosas que se pueden aprender en un viaje en coche. Es como ir dando tumbos por la vida, como una sensación de mini-flashback. Lo ves todo, sin que ocurra. El como pasa el tiempo, las personas, las cosas, en como cambian cada una de ellas. Cientos de árboles viviendo a treinta metros sobre tu cabeza, haciendo lo posible para que la tormenta no lo tire abajo. Otros, caídos, muertos, por el puto tiempo. En esas ocasione

Hablamos de imposibles.

La idea de tener que ahorrar latidos para seguir viviendo. Para que el corazón deje de ser sólo un puto órgano que bombea sangre. No sé, empezar a quererte. Empezar a querernos. No como los mayores, sino de verdad. Siempre hemos sido más de odiarnos y odiar los domingos y luego echarnos de menos los lunes. Que se vive sólo una vez. Y hay que apuntar alto. Hay que estar a la altura. Te juro que hay canciones que hablan de ti. Y yo sólo quiero asegurarme de que tu sonrisa es mi rutina preferida. Que el amor está que te cagas de bonito, coño. Deberían de hacer un minuto de silencio por el amor en el mundo. Se lo merece, hay personas que lo merecen. Joder, no te alejes más, que duele. Para mí siempre serás el apartado sin tachar en mi lista de sueños imposibles de cumplir. Tengo el tiempo que pasa de largo, las ganas de irme y la necesidad de permanecer aquí, mi montaña de sueños montada ante mis ojos, la culpa que se amontona y el perdón que se esconde, la duda que aprieta y el deseo que

¿Sabes?

¿Sabes? No, no somos perfectos, ni tenemos la misma edad, ni los mismos gustos, ni nos gusta la misma música, ni tenemos la misma mirada, ni nos gusta el mismo programa de televisión, ni la misma comida. Tu eres tan sencilla y yo tan complejo. Pero, ¿sabes otra cosa? Dicen que los mejores amores, los de película, los que de verdad cuentan son aquellos que no son perfectos. Que sólo es perfecto si ellos dos están juntos, los que no tienen los mismos gustos, los que necesitan verse cada segundo del día. Puede que sea difícil, pero ya ves. Si es difícil es porque, al fin y al cabo, vale la pena.

Eh chica.

Hola pequeña, vengo del futuro para decirte que la X-box sigue funcionando, y que nuestro hijo se ha quedado dormido.

Todo o nada.

Te beberás un océano de mis miedos, en un vasito de agua que pondré en la mesilla cada noche. Y tendré que despertarte por la mañana, lo siento. Pero es que dormir contigo es más excitante que cualquiera de mis sueños. Quiero este aquelarre de humo, este complot de elegías; quiero en verdad cada sombra y cada despiste, tus medias sonrisas. Este no saber qué hacer ni dónde, pero contigo. No te vayas demasiado lejos porque puedo mover un planeta para encontrarte. No me importan los continentes si tú eres el contenido. Y espero que a ti no te importen las confidencias, los atracos a beso o muerte, todo lo que se mueve en un sigilo. Voy a pasar mis brazos por tus hombros cuando vayamos al cine. Voy a discutir contigo sobre el final de cada película, sobre el principio de nuestra historia. Voy a abrir las ventanas de par en par, para que entres en mi vida de la única forma que sabes: volando.

Que puto enganche.

¿De qué vale el alcohol? Si te levantas peor que cuando te acostaste. No vuelvo a beber más, lo juro. Aunque jurar no me sirva ya de nada, nadie se traga mis palabras, ni siquiera yo mismo. Otro jodido domingo de resaca peleando conmigo mismo por tus pestañas. Cuando llevas una peste encima tan grande, te das asco a ti mismo. Así me siento yo, asqueado. Soy el gilipollas más gilipollas de todos los gilipollas. No sé para qué mierda escribo esto si ni siquiera me leerás ya. Toca desahogarme, ¿y qué mejor forma que romperme por dentro para no demostrarlo por fuera? Aunque sinceramente, me gustaría desahogarme contigo. Darte un puto beso por cada vez que pestañeo, y que cuanto más tiempo tenga cerrados los ojos, más dure ese momento. Chica, yo no quiero que vuelvas, lo que quiero es que no te vayas nunca. Un jodido yonki está menos enganchado a su mierda que yo a ti. Acostumbrado a este sin vivir. Digo sin vivir porque no vivo, agusto. Si es verdad que esta es mi vida y que puedo hacer co

Tus ojos como método de subsistencia.

¿Sabes qué pasa? Que si, definitivamente esto es la hostia. No nos conocíamos, ni queríamos conocernos. O por lo menos tú. Yo tuve suerte. Quizás po haberme topado un día cualquiera pero no con una chica cualquiera, o tal vez por no encontrar salida en ese laberinto de tus ojos. Las luces de Gran Vía son una mierda si las comparas con tus ojos, chica. Que las excusas son más rebuscadas si son para verte. Que de verdad, no sé ya ni cómo tengo huevos para irme de tu lado aunque sea un instante. Quiero ese "Ni tu sin mi, ni yo sin ti." Me pasaría la vida hablando maravillas sobre tu sonrisa. Por gustarme me gustan hasta tus defectos. Vamos no me jodas, tiemblo menos con un terremoto que es capaz de destruir el Universo que contigo. Y no, ya no es frío. Es sentirte. Sentirte cerca, no sé, será que me siento inferior o algo. Será que no quieren que estemos juntos y cuando lo estamos, el mundo estalla. Como estar con los pies rozando el puto cielo, y al suelo que le den, tía. Un g

Tú dices que me quieres.

Unos buscando vida en otros planetas y yo preguntándome porqué hay planetas y lunas en ella. En su vida. No sé, supongo que esto me viene grande. Creo que soy nuevo en esto, o es la sensación de que es diferente, y a la vez tan igual como cualquier otra. Tía, a mi no me vuelvas loco. Solía decir, cuando lo único que quería quizás era no perderme, ni perderla, sino perdernos. Hay veces en las que la vida de una persona se basa en ese amor de tren. Ese incrédulo amor que crees único. Existe más de un amor. Está ese por el que subes al tren, sin saber donde será la próxima parada, sólo compras el ticket y que sea lo que dios quiera, te arriesgas a un infierno o a un cielo, pero con ella. Pones tu confianza, tu empeño y valor por esa persona. Es como decir: "Venga, enamórame si puedes." Le pides que te enseñe el mundo, fuera de tu rutina, donde quizá se juntan más de una para hacerla completa. Luego, está ese otro amor que dejas en la estación. Ese que puede que se pase el

Ya nos tocará a nosotros ser felices.

Se me quedaron las ganas de ti metidas en la almohada, y ahora tengo que irme a dormir con ellas. Tía, ¿dónde coño te has metido todos estos años? Buscaba a alguien que hiciera que me temblaran las piernas. Y sé que eres tú, porque empiezo a temblar cuando te acercas. -Los domingos pasearemos de la mano, y los lunes correré hasta tus labios. -¿Cómo coño vas a hacer eso? Será un infierno estar tan lejos. -Nada es un infierno si te tengo esperando al otro lado, eres como mi atajo a las puertas del cielo. El tiempo pasa, las personas cambian, el café se enfría. Como tus manos, buscando refugio en las mías para calentarlas. -Me muero tío, todo esto es una mierda. -Te crées que a mi no me gustaría mandarte un mensaje y a los cinco putos minutos estar en el portal de tu casa esperándote. Y aquí estoy, jodiéndome como tu. -Ya pero pf, no sé. Tengo miedo. -¿Miedo a qué tonta? -A los fracasos. A los palos y hostias que podamos darnos. Puede pasar de todo. -Eh enana, aquí sólo pasa e

Tu voz es mi canción favorita.

Y todo empieza a volverse oscuro. Y el silencio de mi habitación. Y el caos de dentro de mi cama. Y tú vuelves a no estar. Y te vuelvo a pensar. Y, joder qué difícil es escuchar tu voz sin poder acariciarte el pelo. —¿Por qué? —¿Por qué qué? —Que por qué no paras de mirarme—y se enreda entre las sábanas. —No sé, es esa sensación de querer que se pare el tiempo y quedarme así para siempre.—le pega un golpecito en la nariz que le hace sonreír.—Es como que me jode porque los momentos no se pueden repetir. Es como que la vida te reta a que vivas cada momento lo mejor posible. —¿Has pensado alguna vez en la muerte? —Claro. —Pues siempre hay momentos en los que te sientes inmortal, en los que tienes fuerza suficiente como para saber que vas a salir ileso de cualquier locura y de cualquier hosti o amor. Y luego... —Luego te das cuenta de que el tiempo pasa también para ti. Y de que ya no eres un crío. Te das cuenta de que la cama se queda grande para ti solo. Y de que tu ciudad se que