Quizá sea un poco tarde para darme cuenta de eso de que Papá Noel y los Reyes Magos no existen. No sé, siempre he sido más de creer en algo aún cuando era evidente que me estaba dando con la realidad en las narices. Y era un dolor bonito, hasta que la realidad lo hace un poco triste. La Navidad siempre me ha venido grande tío, me sentía pequeño entre tantos regalos, tanta gente y tanto cariño y afecto. Pero yo me tenía que hacer mayor. Ahora entiendo por qué Peter Pan no quería crecer. Porque todo esto nace, vive, viene y va. Y es jodido. Desde hace un tiempo soy el chico triste de twitter, se meten conmigo porque soy un amargado y un gilipollas. Pero yo no sé que es peor, si abrir los ojos y esperar llevarte la ostia o seguir cegado hasta que la ostia pueda contigo. Y ahora llega navidades y lo entiendo perfectamente todo, y mis lágrimas también lo entienden. Porque ya nadie pierde su tiempo en mandarme siquiera un difundio por whatsapp deseándome Feliz Navidad, cuando todos los añ