¿Nunca os pasa como cuando váis en coche, de repente empieza a llover y mirando a la ventana os parece como si estuviérais en una escena de alguna que otra película? A mí me pasa constantemente. Te quedas mirando las carreras que hacen esas gotas de agua al caer sobre el cristal de la puerta. La sensación que dan esas simples gotas, sólo tienes que mirarlas fijamente. Cuando se juntan unas con otras, se hacen más fuertes, más grandes. Entonces eso hace que el viento la mueva más despacio, sobreviviendo así al borde de la ventana que evita que muera allí, así sin más. La de cosas que se pueden aprender en un viaje en coche. Es como ir dando tumbos por la vida, como una sensación de mini-flashback. Lo ves todo, sin que ocurra. El como pasa el tiempo, las personas, las cosas, en como cambian cada una de ellas. Cientos de árboles viviendo a treinta metros sobre tu cabeza, haciendo lo posible para que la tormenta no lo tire abajo. Otros, caídos, muertos, por el puto tiempo. En esas ocasione