Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2018

Apnea.

No he llorado mares pero sí he seguido ahogándome en charcos. Cuántas veces habré subido a lo más alto para verlo todo desde tus ojos. Desde tu perspectiva. Vuelvo al lugar de hoy para ver que lo que he perdido solo es un trozo de todo lo que me queda por perder. Y hoy solo es otro día que respiro como si nada. Como si todo. Antes de ti, la última vez que dejé de respirar, un médico me miró a la cara y me dio guantaditas en la espalda hasta conseguir hacerme llorar. Ahora los guantazos me los doy yo mismo, pero puede que termine llorando el doble. Una vez llovió en invierno y fue la primavera la que rescató a todos los pececitos de colores que uno dibuja cuando, emocionalmente, se ha cumplido. Tú me besabas y yo me cumplía. Un sueño se cumple en el mundo cada vez que me besas. Me pesa decírtelo, pero si no lo hago me aplasto. Me hago pequeñito, me abrazo a un cuchillo. Ya sé que da rabia que no te quieran como si no supiesen hacerlo. Por esa razón me hice testigo del crimen que supone

La chica del pan.

Yo solía salir a correr por las mañanas. Cuando bajaba el último escalón que separa mi humilde hogar del inhóspito mundo llamado calle, no me quedaba más remedio que levantar la cabeza e intentar parecer gentil y humilde con todas las personas que me cruzara. -Esto no siempre sale bien, porque hay ancianos que son muy hijos de puta-. Hay gente que vive dos casas más abajo de donde tú, y no te saludan cuando desenvaináis las miradas. Es una situación extraña. El primer balazo del día. Cuando acepto el fracaso como persona poco luchadora y especialista en almacenar secuelas, retomo el camino que me propuse al abrir mis preciosas pestañas y suspiro con un tono casi ilegible para mí mismo ‘‘no pasa nada, solo es una persona más’’. Y claro, en cierto modo no dejaba de tener razón. Al llegar a casa me preparaba un sándwich que no me llenara mucho el estómago. Y no, no era para que fuera acorde con el vacío de mi vida, aunque podría ser. No solía tener nada planificado para el resto del día