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Mostrando entradas de enero, 2014

No podía ser otra persona.

Ayer ví una silueta mientras dormía. Pensé que estaba soñando, pero sentía el frío de sus manos en el cuello, como cuando me besa. No se movía , me pareció que tenía miedo. Me acerqué un poco más y os juro que sin querer escuché su respiración. Sí, ya sé que es una cosa muy íntima, pero me sonaba familiar esa manera de contrarrestar el aire con sus labios. Todo era muy extraño, eran las tres de la mañana y creía recordar que yo había quedado. Me senté a su lado, sin mirarla a los ojos por miedo a enamorarme. Hola, qué haces aquí sola -pregunté- y entonces me contó una historia. Me dijo que estaba esperando a alguien, a alguien muy especial. No quise preguntar por ser un poco reservado. También me contó que la habían dejado tirada, como siempre. A las dos de la mañana sale de casa, y se sienta en un banco del parque. Y luego espera, espera, y espera. Hasta que llega una persona y todas las noches le pregunta lo mismo. 'Hola, qué haces aquí sola .' Entonces comprendí cuánto

A ver qué haces cuando empiece y no quieras que pare.

Prometí no volver a enamorarme, y luego volví a prometerme que jamás saldría de aquí. Nunca volví a pasar por aquella calle sólo. Me cogías de la mano y todo el mundo se callaba. Hasta yo nos tenía envidia tía. Primero vienes con todo y te lo llevas, dejándome sin nada. Y ya ni el aliento me sale a no ser que estén tus manos delante para calentarlas. Mil veces juré que no volvería a pasar. Y la ciento una llegó. Porque siempre vuelve, y yo lo que quiero es que no te vayas nunca. Si alguna vez preguntan por mí, diles que no estoy, diles que estoy ocupado siendo feliz. Y que lo soy de verdad.

Consideraciones con respecto al olvido.

El olvido es una disciplina sin geometría es igual que recordar a una chica sin rostro, es como los espejos que no se acuerdan de sus visitantes unos segundos después es una emoción sin nombre volver a sentir nada. El olvido es lo contrario a una cama desecha es el rival de la tarde en que te fotografié desnuda y es quien convierte tu corazón en una trinchera y tu memoria en un vertedero de momentos dulces. El olvido siempre cobra caro el amor como una novia rencorosa. Es el precio de haber amado y no haber sabido ganar cuando apostaste todo a la casilla azul de su mirada. Es correr en dirección contraria a las caricias es una habitación con todo cambiado de sitio pero sin nadie dentro es la pregunta que llena los bares de gente y la respuesta que llena los vasos de bocas. También es el rincón concreto de la tierra que no sé habitar porque mis mapas miran al pasado porque tengo cien mil manchas con tu nombre en la memoria. Sigue persiguiéndome de noche el mensaj