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Mostrando entradas de enero, 2015

Lo bonito de lo triste.

A escribir se aprende escribiendo, o eso me dijeron. Lo que todavía no tengo muy claro es que si de verdad a querer también se aprende queriendo. Pero tú déjame pensar que es así. Sabes, a veces la soledad es la única cosa que encuentras cuando no la buscas. Y yo aun me acuerdo de tus latidos a compás de piano, de tus ojos camuflados entre desiertos culminamos de oasis. Te susurraba despacio sin tenerte delante: nárrame cada noche lo que avanzamos cada día, que un paso en falso salido de tu boca no debe ser tan malo. Bésame las heridas, haz de mi cuerpo una caja fuerte y quédate las llaves, claves y contraseñas. Me hiciste querer como nunca, romperme como nunca  y echarte de menos, como siempre. Como si lo hubiese hecho toda la vida, como si te hubiese estado esperando siempre. Y dime, dime cuánto desearías que se quedara aquello con lo que siempre soñaste, hasta qué punto le pedirías que te hiciera feliz. Ojalá me equivoque y no seas tú el amor de mi vida. Que si no, estas mariposas y

Entrada sin título.

Tanto y tan poco nunca fueron de la mano. Me parece nefasta la idea de intentar esperarte un poco más de lo que ibas a tardar en no llegar nunca. Y siempre así. Como si al sonreír me prometieras que el mundo si que se acabó en el momento que decidiste continuar mi línea, torciéndola y llevándola a cualquier callejón sin salida. Pero allí nos íbamos a querer. Donde nadie nos viese, donde el cielo se acabara y tus lunares dejaran de ser los planetas que formaban mi universo favorito. Para qué estampar en el recuerdo algo si cada vez que lo imagines te va a hacer añicos. No todo el mundo tiene la suerte de rozarte y dejarte sin aliento; yo solo te vi pasar y precisamente ahí decidí dejar de respirar. Hacía tiempo que no escuchaba lo que mi corazón no me decía. Y ahora ya entiendo al silencio, cuando te grita intentando avisarte del mayor accidente de tu vida, ese que deseas que te pase y por desgracia, pasa tan deprisa que no te da tiempo a saber si te ha pasado, o nunca se va a estrellar