Supongo que en esta vida siempre, siempre, tienen que ver cómo te largas para que empiecen a correr detrás de ti. Y, ¿a quién no le gusta eso? A mí siempre me ha gustado eso de decir "me voy" y que me contesten con un "quédate un ratito más". Eso de que tengan ganas de verme, ¿qué se siente? ¿Cómo te sientes cuando alguien desea con todas sus ganas tenerte a su lado? Porque yo he sentido cómo necesitar a alguien hasta el punto de romperme por dentro.
Y, ¿sabéis que es lo peor? Que hay cosas que nunca vas a olvidar. No importa lo mucho que lo intentes, lo mucho que corras detrás de unas cuantas guarras para quitarte el mal sabor de boca. El beso no es el mismo, los lunares y las cicatrices, todo ha desaparecido. O han cambiado de sitio, el caso es que ya no son lo que eran.
Y dime, ¿te besa mejor que yo? No sé, pregunto.. Ojalá dieras en mi cama las mismas vueltas que das en mi cabeza, ojalá. Duele que sonrías y no sea por mí. Me dan ganas de alejarme de todo. Cada vez que escucho música no sé que es lo que tengo exactamente en modo "REPLAY", si una canción o un recuerdo.
Cómo una cosa tan simple como un recuerdo puede hacerte desde llorar de alegría, a matarte. Dicen que nunca te acuestas sin haber aprendido nada nuevo, pero por más que sueño dormido y despierto, no aprendo.
No aprendo a sobrevivir sin tu sonrisa, no me doy cuenta de que ya no estás, de que te has ido.. No sé por qué, pero siento que estarás en algún lugar, igual que yo, esperando a que alguien te espere, a que alguien desee con todas sus fuerzas tenerte para los restos del planeta. Y que otra persona vuelva. Y sepa quererte. Y te das cuenta de que no, de que aquí las personas, olvidan rápido. Mientras tú necesitas tres vidas y media para olvidar algo. Y que no hay nada más triste que un recuerdo feliz. Bueno, si que lo hay, supongo que lo más triste del mundo es no recordar, no saber si alguna vez alguien te quiso, o todavía lo hace. De verdad, enseñadme a ser tan hijo de puta. Parece que todavía escribís a lápiz, por si acaso. Será que yo lo que escribo, se marca en vena. O qué se yo, pero duele. Tengo mucho que aprender, de vosotros. Y de la vida. Saber qué quiero hacer con la mía. Y que ese "perdona, pero quiero casarme contigo" no va a llegar nunca. Al final resulta que no pierde el que huye, sino quien se queda. Tengo que aprender a no ser feliz, porque cada vez que lo soy algo malo pasa. No sé defenderme ante recuerdos. Me atraviesan. Y no sana la herida.
Que todo esto antes eras tú. Y ahora, sólo soy yo.
Comentarios
Publicar un comentario