Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2013

Dos, son pocos.

Por todas esas veces que hemos querido decir algo y nos lo hemos tragado. Por esas veces que el corazón ha triunfado en esa guerra fría contra el orgullo. Es como tener frío y no abrigarte. Como saber que te vas a estrellar, y te niegas a frenar, te niegas a detenerte. Hay miedo, miedo al fracaso, al qué dirán. Las cosas se pueden torcer y no sabes hasta qué punto puedes meter la pata. Es cuando lo haces, cuando dices que has metido la pata hasta el fondo. Entonces te das cuenta, que al tocar fondo, ahí abajo sigue habiendo mierda. La peste se acumula hasta que se expande. Llenas tanto el frasco, que acaba explotando. Para que la próxima vez no cometas el mismo error, usa un frasco más grande. Para que todo se acumule sin miedo. El miedo a estallar, a decir cómo te sientes. Estás mal, ese último cigarrillo te ha dejado un mal sabor de boca. Te das asco a ti mismo. Que los cigarros saben mejor cuando te los fumas a medias. Entonces razonamos, ponemos en modo "play" nuestro cer

Ser para alguien sólo cuando a ese alguien le apetece ser para ti.

Supongo que así son las cosas fáciles y sin complicaciones: que te encantan y justo antes de llegar a ese punto de aborrecerte cogen, y desaparecen. Hace mucho tiempo que esperaba vivir algo así para ver cómo se sentía ser para alguien sólo cuando a ese alguien le apetece ser para ti . Pero nunca sospeché que me acabaría gustando este estilo de vida. O de no-vida. O de qué coño se yo.. La única verdad absoluta que defendería a muerte ante el mismísimo Descartes es la de que estar solo es un poco más fácil cuando alguien viene a compartir su soledad contigo , aunque el secreto del éxito de una conexión así reside en que los integrantes sólo se pueden rozar con el dedo corazón. Y eso ya nos complica la aventura.

Me flipa que me desordenes.

Siempre he pensado que salir corriendo es más de valientes que de cobardes. Siempre he sido más de quedarme queriendo escapar, que de escapar queriendo quedarme. Claro está, que salga corriendo hacia donde estás tú, y que escapar signifique que alguien te abrace lo más fuerte que pueda. También sé que las cosas se arreglan hasta que se rompen definitivamente, y que sólamente nos volvemos frágiles cuando esa persona es capaz de rompernos sin tocarnos. De acabar con nosotros. Bueno, qué mas da si tus abrazos lo arreglan todo, ayudan a escapar. Y tú realmente aprendes a valorar esos abrazos, cuando te toca darlos de fin en fin de semana. Porque no la ves. Porque no la sientes. Te tiras como una puta esperando a la felicidad a la vuelta de cada esquina. Cuando crees que la felicidad no existe, hasta que llega ese alguien y te demuestra que eso es mentira. Que se puede ser feliz. Que no siempre al tocar fondo sigue habiendo mierda. Un vaivén de contrastes que se cruzan y se interponen cada

Y otra vez.

-Ey, oye. -Hola nene, ¿qué ocurre? ¿Por qué tiemblas? -No sé, no me salen las palabras, a lo mejor es que he venido a hablar de amor. -¿Qué quieres decir? -Vengo a esto, joder. A hablarte de nosotros. De lo que fuimos. No sé quién mintió más, si yo diciendo que te había olvidado o tú diciendo que me querías. Lo que sí se es que solo quedan cenizas, que te lanzaste al vacío por mi, y luego te piraste y saliste huyendo. Chica, cada vez que te alejas, me duele. -Has sido el chico de mis sueños siempre. Lo que pasa es que necesitaba pensar, unos días de libertad. Me acojonaba la idea de que no pudiera vivir sin ti. A veces las cosas son más difíciles de lo que parecen. ¿Sabes? Cada vez que oía a un tío reirse, te me venías a la cabeza. Y tu nombre, ¿quién no me ha escuchado cagarme en mi puta vida mil veces cuando lo oía? Que si, que quizás seas tú el ejemplo de que el amor duele. -¿Te duele? Qué te va a doler, si no sabes lo que es estar sin ti. Echar de menos a alguien tan importan

Si tiras la toalla, que sea para bañaros juntos.

Otro día más, o otro menos, qué mas da ya. Entras en la ducha, buscando un rato que intente salvarte de la rutina. Te pones tu música y, ¿te pones a cantar? Si, eso. Sin importarte lo que está fuera escuchándote, o lo que por mucho que grites, no te escucha. Vamos, abres el grifo del agua y te quedas aislado en una esquina, para que el agua fría que sale al principio no te toque. Poco a poco va cogiendo temperatura y claro, das un paso al frente y.. si, ese es el momento que buscabas. Agua caliente, bajo la que te desahogas gritando la canción de tu vida, vuestra canción. Miles de momentos pasan en esos instantes por tu mente. Miles de recuerdos amontonados uno encima del otro, no te deja tiempo para pensar en otra cosa. Es ella, ella y ella. Y, ¿cómo no iba a serlo? Si es la única persona por la que partirías todos los putos relojes del puto universo, no quieres escuchar un Tic Tac, por no querer no quieres ni que te de el aire en los labios, y se lleve el sabor de los suyos. Y besa b

La envidia señor Mundo, que es muy hija de puta.

Tengo la peor memoria del mundo. Pero esa noche era sábado, y ella llevaba la sonrisa más bonita de todo el parque. Sabes cuál es mi punto débil, ¿eh? Su puta sonrisa. ¿Y quién no se muere por ella? Por tenerla a menos veinte centímetros de mi boca. Quién me iba a decir a mi que la cosa más bonita del mundo sería tan estremecedora. De verdad Señor Mundo, lo tuyo se pasa de castaño a oscuro. ¿Por qué eres tan cabrón? Déjame ser feliz junto a sus labios, que es el único sitio donde me siento seguro, joder. Que por ella mato monstruos. Vamos no me jodas. ¿No te gusta verla así? Mírala, pero si es preciosa. A veces tu punto débil, también se puede convertir en tu punto fuerte. ¿Sabes? Su sonrisa duele si me la quitas, pero cuando la tengo, me crezco de tal manera que me hago inmortal. Me podría pasar mi puta vida describiendo lo perfecta que es su jodida sonrisa. Y no me vengas con estas, déjame hacer historia con ella. No te metas en nuestra vida tío. Hay miles de millones de personas

Este es mi contrato. ¿Lo aceptas?

Permanencia: toda la vida. Condiciones: estar en las buenas y en las malas y apoyarnos el uno en el otro. Me comprometo a estar siempre contigo, a hacerte feliz, a quererte más que a nadie, a darlo todo por ti, a demostrarte que te quiero, a apoyarte en todo, a hacer de todo contigo y a amarte por siempre.                                 -¿Donde firmo? -En mi corazón.