Yo sé que en el fondo abrazas a todo aquello que quieres. Me prometo a mí mismo que estás tan segura que no hace falta que nadie te repita las cosas dos veces para que lo hagas bien cuatrocientas sin fallar. Sé también, que te enamoras catorce veces al día. Que sueñas despierta pero con las ganas de dormir con alguien. De buena manera he sido consciente de tus lunas llenas y he visto en tus ojos el reflejo de alguien que es feliz dándolo todo aún sin cumplir la necesidad de recibir algo a cambio. Me he preguntado el por qué y te he puesto en el lado bonito de las cosas, donde los amortiguadores te sacan de cualquier bache que manche tus zapatos nuevos. Ojalá respiraras con este corazón y dieras una oportunidad a todo aquello que se ha auto-encarcelado. Sé que no soy el mejor en esto, pero en cuanto a la esencia de cada persona nadie lo hace mejor que uno mismo. Y se nos acumularon así trescientas noches sin decirnos la verdad, sin hacerles caso a todas esas agujas que ponen al tiempo en su lugar. Date cuenta que el tiempo también depende de alguien, ¿quién te ha dicho que no podría hacerlo de nosotros? Yo actúo por contratos, si firmo una vida y media es porque me he quitado la otra mitad a mi. Eso es lo que yo llamo una locura, a darle unas alas preciosas a todas aquellas personas que tienen siete en el armario. Y justo ahí es donde disparas, cuando no te he preguntado si me quieres pero ya llevas tres horas y media buscando en Google qué manera es la más correcta de hacer sentir tuyo a alguien. Y supongo que la respuesta más votada es la de llevándome a casa, a ese lugar donde estoy calentito y no me falta comida ni bebida, porque tengo tus besos. No estoy seguro de si voy a saber cómo salir de ahí. Muéstrame el camino al infierno, que quiero jugar con fuego porque me han dicho que cuando ardes, le das luz al universo. Quema todas estas insanas esperanzas que me hacen pensar que una vez que salga bien, saldremos juntos y no vamos a volver a entrar en el juego donde juega uno y el otro mira. Es más fácil desde lejos porque así puedes salir corriendo con un poco más de ventaja. Yo porque entiendo de carreras en tus medias, y he perdido tanto que no sé lo que es ganar contigo, porque contigo nunca me he proclamado ganador, sino alguien que nunca ha dejado de luchar por factibles modos de hacer el amor en un mundo lleno de odio.
Me ha tocado ser indeleble. Adoptar al viento por la envidia del levante y la ley de la atracción que supone manejar el campo de visión que se me otorga a casi trescientos sesenta grados. Nunca tengo la periferia cubierta del todo. Siempre hay un atisbo, un espejo en ángulo muerto, un visor retro que me dice hasta cuándo estuve y la escala del cómo. Ahora me ha dado por diseñar gráficos para comparar mi vida y obtener las malditas analíticas de cuánto he mejorado desde que nos despedimos. Lo jodido es que lleva casi un año sin actualizarse porque no tengo tiempo para pararme a pensar. Estoy mejorando, pero no sé medir la velocidad ni los peldaños. No sé en qué flaqueo ni lo que supero con creces. Mi vida es una expectativa. La realidad es que estoy cómodo, no sufro de más pero no dejo de sentirme insuficiente. La diferencia es que es muy diferente. Antes tendía a echarme a llorar y ahora suelo atenuar la importancia hasta alterar la indiferencia que me causa con respecto al ...
Comentarios
Publicar un comentario