Me ha tocado ser indeleble.
Adoptar al viento por la envidia del levante y la ley de la atracción que supone manejar el campo de visión que se me otorga a casi trescientos sesenta grados. Nunca tengo la periferia cubierta del todo.
Siempre hay un atisbo, un espejo en ángulo muerto, un visor retro que me dice hasta cuándo estuve y la escala del cómo.
Ahora me ha dado por diseñar gráficos para comparar mi vida y obtener las malditas analíticas de cuánto he mejorado desde que nos despedimos. Lo jodido es que lleva casi un año sin actualizarse porque no tengo tiempo para pararme a pensar.
Estoy mejorando, pero no sé medir la velocidad ni los peldaños. No sé en qué flaqueo ni lo que supero con creces.
Mi vida es una expectativa.
La realidad es que estoy cómodo, no sufro de más pero no dejo de sentirme insuficiente. La diferencia es que es muy diferente. Antes tendía a echarme a llorar y ahora suelo atenuar la importancia hasta alterar la indiferencia que me causa con respecto al tiempo que me queda. Es decir, si hoy me preocupa, en diez años haré algo por solucionarlo, imagino.
Me he abierto puertas y he diseñado la casa de mis sueños, aunque no tengo previsto ser propietario ni levantar el primer ladrillo que enmiende mi causa.
Creo que llevo más trastos tirados por la ventana de los que me gustaría y, aunque suene triste, eso hace que en mi pequeño alquiler se esté más tranquilo. Esa es la definición perfecta. No me agobio porque lo tiro todo por la borda, porque estoy ensuciando el mar que me rodea, estoy atascando las vías de escape.
Y sé que el día que me canse de la vida que llevo no voy a encontrar vehículo para salir corriendo.
Pero quién sabe, igual vuelvo a tirar ese trasto por la ventana y me mudo a otra habitación sin futuro. Igual mi presente se basa en un marco rectangular que observa a mis pertenencias pasar.
Lo que agoto hasta el límite, lo que no me convence, lo que no quiero y lo que echaré de menos.
Eso es lo que soy. Espectador con expectativas. Ni idea de cómo se actúa ante la disconformidad.
Supongo que esta es otra de esas cositas que terminaré lanzando. Siento no ser consecuente.
Comentarios
Publicar un comentario