La letanía que me hace despertar es la misma que me condena. Una sinfonía exacta: tres, cero, cuatro. Los números no se equivocan. Tampoco lo hicieron las personas que se fueron. Pero porque una cosa es huir, y otra irse. Huir parte de una súplica, indebida, tal vez, hacia dentro. Pero irse es cosa de valientes, irse cuesta mucho más. Decirlo en voz alta, maldecir tres veces haberlo dicho, cumplirlo. Ese es el plan. Marcharse. Obligarte a olvidar, a dejar atrás, a extrañar, a dejar de sentir por los sentidos. No al gusto, tampoco al tacto. No se oye más, ni se huele, ni se ve. Se bifurca, se pelea uno con uno mismo, se prohíbe, se delata. Por supuesto que tiene que ver con quien se queda. Es decir, mantienes algo, lo que ocurre es que ni puta idea. Algo dócil, que estremece, que suena a verano, ahí hubo calma. No la hubo, la ofreció. Irse es cosa de locos porque huir lo es más de tontos. Y yo soy un poco las dos cosas, porque he estado tan loco por irme, que me he sentido increíblemente tonto al huir de mi propia propuesta.
Me ha tocado ser indeleble. Adoptar al viento por la envidia del levante y la ley de la atracción que supone manejar el campo de visión que se me otorga a casi trescientos sesenta grados. Nunca tengo la periferia cubierta del todo. Siempre hay un atisbo, un espejo en ángulo muerto, un visor retro que me dice hasta cuándo estuve y la escala del cómo. Ahora me ha dado por diseñar gráficos para comparar mi vida y obtener las malditas analíticas de cuánto he mejorado desde que nos despedimos. Lo jodido es que lleva casi un año sin actualizarse porque no tengo tiempo para pararme a pensar. Estoy mejorando, pero no sé medir la velocidad ni los peldaños. No sé en qué flaqueo ni lo que supero con creces. Mi vida es una expectativa. La realidad es que estoy cómodo, no sufro de más pero no dejo de sentirme insuficiente. La diferencia es que es muy diferente. Antes tendía a echarme a llorar y ahora suelo atenuar la importancia hasta alterar la indiferencia que me causa con respecto al ...
Comentarios
Publicar un comentario