Qué tal si quedamos un día
y buscamos ese secreto
que guardan los domingos.
Me da que no voy a conseguir
volver a casa,
que me he perdido
en el portal de la tuya.
A veces pienso en tu sonrisa,
y me da por preguntarme si seguirá destrozándolo todo a su paso.
También necesito abrir los ojos,
tenerte delante,
cerrarlos ciento setenta y tres veces más
y, bueno,
que sigas ahí.
Solo eso, y que me eches de menos.
Que sientas todo lo que yo siento.
Incluso lo que no.
Solían decirme que, a veces,
alguien llega en el momento que se va,
y yo te he preparado café,
por si le coges el gustillo a vivir sin mi
y te quedas toda la vida.
y buscamos ese secreto
que guardan los domingos.
Me da que no voy a conseguir
volver a casa,
que me he perdido
en el portal de la tuya.
A veces pienso en tu sonrisa,
y me da por preguntarme si seguirá destrozándolo todo a su paso.
También necesito abrir los ojos,
tenerte delante,
cerrarlos ciento setenta y tres veces más
y, bueno,
que sigas ahí.
Solo eso, y que me eches de menos.
Que sientas todo lo que yo siento.
Incluso lo que no.
Solían decirme que, a veces,
alguien llega en el momento que se va,
y yo te he preparado café,
por si le coges el gustillo a vivir sin mi
y te quedas toda la vida.
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